I. Comunidades 2.0
Las comunidades 2.0 son el gran actor de la época, con posibilidades virtuales de expansión, se han convertido en nuestros nuevos ojos, oídos y boca, nos expresamos a través de ellas, decimos lo que estamos pensando o qué está pasando.
Extensión de nuestros sentidos, mouse, teclado, pantalla, aplicaciones virtuales, post o comentarios, un nuevo lenguaje que configura el habitar en la red, pertenecer a una comunidad de interacción de usuarios, en el que el objetivo común es sólo estar en la misma red.
Las comunidades 2.0 son un proceso de comunicación entre las personas, es la capacidad de ser más allá que sólo un visitante u observador pasivo, la posibilidad de comentar, participar, manifestar un interés, encontrarse con otras personas con igual preferencia o gusto en el espacio virtual.
La preocupación por la construcción de una comunidad que utilice de manera eficiente la tecnología y la apertura a los nuevos canales de comunicación, ya era una preocupación en el año 1999, con el libro “Comunicología: de la aldea global a la comunidad global”, Mauricio Tolosa anticipó que la oportunidad que nos ofrece la tecnología actual de construir una humanidad que celebre la diversidad y que vea en el otro una oportunidad de desarrollo, podría pasar a ser una utopía nostálgica, si no ponemos atención a los procesos de comunicación entre las personas.
La comunicación entre las personas se ha transformado en participación online, y desde este punto es que comienza la acelerada proliferación de grupos en facebook que aumentan ante cualquier suceso humanitario, económico, político, social o de marcadas tendencias, lo que no significa la conformación de una comunidad, debido a que presenta carencias en compromiso, acción efectiva, autenticidad del uso de la identidad real. Adherir a un grupo, ser fan o seguidor, es sólo una muestra de apoyo o un “estoy de acuerdo” a la causa central de la formación y creación inicial del grupo.
Lo cierto es que se observan necesidades de expresión, de cercanía y de conversación las cuales fueron impactantes en un comienzo con Fotolog, una revolución que marcó un nuevo paradigma de comportamiento y comunicación entre los jóvenes, fenómeno que ya se observaba levemente desde msn, medio por el cual se comenzó a gestar un lenguaje especifico para una comunidad especifica.
Estos avances tecnológicos y de interacciones virtuales, que definitivamente es un aporte al modo de relacionarse y de expandir las limitantes geográficas, ha ido en desmedro de la comunicación real de las personas, la comunicación presencial, manteniendo la soledad que deja la constante compañía del ordenador. Las redes virtuales que son los medios por los cuales nos comunicamos, tales como Facebook, Twitter, Youtube, Blogs son los productos comunicacionales que hacen posible la conformación de las comunidades 2.0.
Estos productos comunicacionales son una plataforma dinámica y de interacción, amigable y de uso masivo. Sus características más llamativas es la constante adaptación, ampliación de aplicaciones y flexibilidad, facilitando el uso de todos los canales disponibles, llegar a muchas personas y lugares, estar más visibles, generar una red de movimiento virtual, todas acciones simples y rápidas de implementar.
II. Gestión de la Identidad
Es necesario establecer la identidad que será nuestra cara en las distintas redes, a través de productos comunicacionales que nos desafía mantener una coherencia entre cada una, haciendo consistentes nuestras participaciones e identidades proyectadas. Esta identidad se construye mediante cada uno de los canales utilizados para la comunicación entre las personas, esta construcción es clave y determinante al iniciar, generar y mantener una relación.
La conexión entre un medio y otro da paso a la gestión de identidad, que establece el concepto de marca personal-profesional 2.0 aplicado en las plataformas sociales. Este nuevo ámbito de desarrollo de la identidad, soporta diversas elecciones como asociar una estrategia o no, manejar nuestros perfiles, BIO e información personal de manera consciente o inconsciente, cualquiera sea el caso, por un lado nos acerca a todo cibernauta que haga click en la pestaña indicada, pero también nos mantiene expuestos a comentarios de quien visita. Por estos motivos es que la estrategia de la gestión de identidad debe estar orientada a lo que queremos dar a conocer, lo que decidimos mostrar o que interpreten de nosotros de manera consciente y responsable.
Es así como debemos comenzar a establecer la identidad de participación en la comunidad 2.0 a través de las diferentes redes, es posible asignar una distinción específica a cada una, representando una oportunidad de apertura y expansión. Por ejemplo, los usuarios de Facebook encuentran en esta red facilidad de uso en aplicaciones, comentarios en fotos, estados o notas, chatear, y opinar, la característica principal es la rapidez de movimiento entre un perfil y otro, obtener información, participar en grupos y acordar eventos, a diferencia de Twitter en donde los pensamientos pasan a ser públicos, dando énfasis a la importancia de opinar y exteriorizar.
Encontramos la entretención en Youtube, una red profesional en Linkedin y también extender nuestras perspectivas y conocimientos en los blogs. Una diversidad de productos comunicacionales que van configurando nuestra identidad 2.0 donde cada una es importante para el desarrollo de los distintos ámbitos que componen al individuo.
Con esta pequeña y acotada ejemplificación tenemos diversos componentes que modelan nuestra identidad, lo que somos en nuestras comunidades de convivencia diaria, se extrapola a las comunidades 2.0, siendo un reflejo de nosotros mismos, la manera en que participamos en estas redes y que nos movemos en el mundo. El gran beneficio de la comunidad 2.0 es que presenta mayor facilidad en la configuración y reconfiguración de la identidad, estratégicamente podemos unir cada una de las redes antes mencionadas y gestionarlas de manera de apoyo y colaboración a nuestros propios intereses. Manejando los códigos de participación y considerando el nivel de movilidad de los participantes podemos hacer de la comunidad 2.0 una poderosa herramienta para la construcción de comunidades reales de interacción persona a persona, trasladando lo virtual a lo presencial.
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